La adopción de la nube ha entrado en una nueva fase en la que como proveedores de esta tecnología nos estamos alejando de la competencia sobre quién tiene la mejor nube para ofrecer a las empresas. Una fase donde lo que importa realmente es lo que necesita el cliente y donde ser capaz de integrarse de manera fluida en una arquitectura multicloud es lo que realmente importa.
A su vez, las empresas han comenzado a trazar estrategias alineadas con los servicios ofrecidos por los proveedores de nube. Este es un cambio significativo, especialmente considerando las opciones de nube pública existentes. Los líderes empresariales y de TI quieren ahora aprovechar el hecho de que ciertas cargas de trabajo funcionan mejor o pueden ser más económicas dependiendo de la nube que utilicen. De hecho, el estudio reciente “State of the Cloud” elaborado por Flexera reveló que el 92% de los ejecutivos de TI encuestados tenían definida una estrategia multicloud para 2021.
Esta tendencia llega en un momento en que más proveedores de nube están preparados y son capaces de dar soporte a cargas de trabajo empresariales con nubes de segunda generación, diseñadas específicamente para manejar aplicaciones y operaciones complejas.
Recientemente, hemos visto un aumento del interés en este tipo de estrategias porque los tomadores de decisión en las empresas exigen mucha más agilidad y disponibilidad a sus equipos de TI. Por lo tanto, aunque las empresas tengan un proveedor de nube principal, sus equipos de TI buscan múltiples proveedores para cumplir con todos los requerimientos del negocio. Por ejemplo, si una infraestructura de nube es mejor para ejecutar un determinado modelo de IA, habrá una nube para eso, si otro es mejor para la base de datos, este último puede asumirlo.
El uso del modelo multicloud debería ser una estrategia deliberada y coherente, en lugar de una complejidad de servicios agregados aleatoriamente a lo largo del tiempo, porque implementado de manera correcta trae múltiples ventajas. Entre estas podemos destacar la escalabilidad tecnológica y el apalancamiento a la hora de negociar los precios, las condiciones y otros términos con los proveedores. Además, brinda ventajas como la de elegir la infraestructura adecuada para cada necesidad empresarial aprovechando el potencial de los diferentes proveedores de nube para tipos específicos de cargas de trabajo. También se puede tener más resiliencia, eliminando el riesgo de estar en manos de un solo proveedor o sin “poner todos los huevos en la misma canasta”.
Una verdadera estrategia multicloud debe impulsarse desde arriba y debe ser coherente en toda la organización para mejorar la resiliencia y la agilidad. Una buena forma de hacerlo es encontrar proveedores cuyas aplicaciones y servicios funcionen bien en conjunto. Esto les da a las empresas la libertad de elegir las mejores tecnologías y obtener todo el potencial, rendimiento y la economía de las nubes. En un mundo con nuevos desafíos, tienen que existir soluciones que potencien la colaboración y beneficien al cliente, ante todo.