Andrés de Beitia, Sr Inside Sales Director LATAM en Veeam Software.

Internet comenzó como un proyecto militar en la década de 1960 y evolucionó hasta convertirse en una red global que transformó radicalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos comunicamos en todo el mundo. Este proyecto de investigación del Departamento de Defensa de los Estados Unidos conocido como ARPANET (Red de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada), se estableció en 1969 para permitir la comunicación entre instituciones académicas y militares. En la década de los 80’s tuvo su expansión internacional, convirtiéndose en el núcleo de lo que hoy conocemos como Internet. En 1991, Tim Berners-Lee inventó la World Wide Web, que permitió la creación de páginas web y enlaces hipertextuales. El Día del Internauta se celebra el 23 de agosto para recordar el primer acceso público a una página web con el conjunto de protocolos de la World Wide Web.

Hace ya 32 años que ocurrió este hito para la conectividad, pero ¿cómo evolucionamos desde esas primeras etapas a lo que implica el internet en la actualidad?

Actualmente, según We are Social, Internet tiene más de 5.180 millones de usuarios lo que significa que aproximadamente el 64% de la población mundial está online. El tiempo promedio diario dedicado al uso de internet es de 6 horas y 35 minutos por usuario. En Argentina, el 53.4% de los usuarios acceden a internet a través de su smartphone y el 46.6% a través de computadoras. Mientras algunos se ocupan en que su alcance sea aún mayor, otros se preocupan por la vulnerabilidad que esto representa, ya que con la ubicuidad de Internet estamos conectados a una cantidad de datos que crece minuto a minuto.

En Argentina, entre junio de 2022 y junio de 2023, la Red de 32 Puntos de Interconexión de Tráfico de Internet (IXP) de la Cámara Argentina de Internet (Cabase) registró un incremento cercano al 24%, llegando a alcanzar los 2,45 Tbps de tráfico promedio a nivel nacional dentro de la red. Si bien el crecimiento exponencial de internet nos conecta cada vez más, también está creando mayores oportunidades para los cibercriminales.  La seguridad perimetral con la que las empresas protegían la información almacenada en sus centros de datos dejó de ser aplicable debido a los dispositivos y aplicaciones que se usan indistintamente para asuntos personales y de negocios, tanto en la oficina como en casa y en el camino, los datos se encuentran dispersos entre laptops, tablets, smartphones y ahora también dispositivos IoT, wearables y hasta autos conectados.

En el Día del Internauta, muchos nos preguntamos qué pasaría si nos quedáramos sin este valioso elemento de la vida actual, y ciertamente sería caótico: se interrumpirían servicios cotidianos básicos para la humanidad, como las redes de transporte, las centrales eléctricas, los medios de información, la colaboración laboral y la investigación científica, el control de tráfico, la actividad en hospitales, las operaciones bancarias, el comercio electrónico y muchos otros.

Pero más allá de la conectividad en la que se basa el Internet, son todos esos millones de datos estructurados y no estructurados (videos, voz sobre IP, imágenes, etcétera) que descargamos, compartimos, manipulamos y movemos todo el tiempo, para múltiples fines, los que corren un riesgo inminente y creciente.

En este Día del Internauta, es importante recordar la gran trascendencia que tiene la gestión de datos en la nube. Detrás de todas esas plataformas que se sostienen en Internet para hacer nuestra vida más cómoda, entretenida y fácil, y para lograr que los negocios sean más eficientes, ágiles e innovadores, hay una Gestión de Datos en la Nube que es la que nos permite tener acceso seguro, inmediato, efectivo y desde cualquier dispositivo a esa información.

Gracias a la Gestión de Datos en la Nube, estrategia que combina herramientas de respaldo y recuperación con un manejo inteligente de los datos sin importar si se encuentran on-premise o en la nube, la información se administra y se mantiene segura durante todo su trayecto entre centros de datos, diferentes nubes (públicas y privadas) y múltiples dispositivos, para garantizar que, en la medida de lo posible, estará disponible para nosotros al instante en que la requiramos, así como que los datos que nosotros generamos y subimos o compartimos a través de Internet tampoco se verán comprometidos, gracias a los niveles de visibilidad, control, orquestación, integración y automatización que provee.

Así que, en la celebración del Día de Internauta, no nos olvidemos de festejar también a los datos, que son los que recibimos en todas sus formas y colores, con la ayuda de Internet.

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