Por tercer año consecutivo, la empresa especializada en gestión y automatización de energía, destaca entre los cinco primeros en la lista general de los 25 principales de la cadena de suministro de Gartner. Este año fue reconocida con el segundo lugar teniendo como característica principal la integración entre sostenibilidad y las estrategias en toda su cadena de suministro.
El Gartner Supply Chain Top 25 identifica y perfila las empresas que demuestran excelencia en la gestión de la cadena de suministro. Los factores clave evaluados fueron: métricas financieras, incluyendo el rendimiento de los activos físicos y crecimiento de los ingresos; responsabilidad social de las empresas y comentarios de la comunidad, los expertos de Gartner y los colegas del sector.
Una de las acciones desarrolladas dentro de las estrategias de la empresa es el proyecto Zero Carbon, cuyo objetivo es reducir la huella de carbono en su cadena de suministro. Más de mil proveedores (que representan el 70% de las emisiones de carbono de Schneider Electric) se han comprometido con la iniciativa de reducir a la mitad las emisiones de CO2 de sus operaciones para 2025.
El proyecto se enmarca en los objetivos de sostenibilidad de la empresa que pretenden, entre otros factores, contribuir a limitar el aumento de la temperatura media mundial en 1,5º C o menos para 2050, tal y como prevé el Acuerdo de París.
En relación a esta estrategia de la empresa, Eduardo Paiva, vicepresidente de la Cadena de Suministro Global de la empresa para Sudamérica explicó que “estamos trabajando para descarbonizar nuestras operaciones. En Argentina, por ejemplo, nos enfocamos en el ahorro de energía, logrando en el 2021 una eficiencia energética de 26%, y en reciclar, el 99,4% de nuestros recursos fueron reciclables en planta y oficinas, logrando obtener la etiqueta Waste To Resource”.
«Es un honor para nosotros recibir el reconocimiento de Gartner y de nuestros socios», dijo Mourad Tamoud, vicepresidente ejecutivo de Global Supply Chain de la empresa y añadió que «este reconocimiento es una prueba más de que estamos en el buen camino. Invertir en las personas y en las tecnologías de la cuarta revolución industrial aporta beneficios concretos en cuanto a resiliencia, agilidad, eficiencia y sostenibilidad».