La primera medida del éxito de una organización es su capacidad para adaptarse a los cambios de su entorno. Esta “capacidad de supervivencia” en las tecnologías de la información se pone a prueba año con año, a medida que las crecientes demandas de ancho de banda y capacidad impulsan constantemente la migración a velocidades de red más altas.
Una muestra es la cantidad abrumadora de información que fluye en los centros de datos, por lo cual, para enfrentar este desafío requiere soluciones de fibra revolucionarias que actualmente los impulsen al mismo tiempo que los preparan para el futuro.
En los centros de datos alrededor del mundo la velocidad de enlace y la demanda de ancho de banda se están acelerando, por lo cual, se espera un salto del 400G al 800G y de allí a velocidades 1.6 Tera bits por segundo. Por ahora, el objetivo es ofrecer una solución 800G SR8 de bajo costo que pueda ser adquirida a corto plazo y que permita a los datacenters admitir aplicaciones de servidor sin invertir demasiado en modificar la infraestructura de fibra óptica que las soporte.
Por ello, resulta determinante trabajar en soluciones innovadoras para adaptarse a la demanda de información del mañana, donde incluso los componentes más sencillos sean capaces de dar confiabilidad y cuenten con un soporte para la evolución a plataformas de high speed.
Tecnología multimodo en el pasado y en el futuro
Desde su implementación en redes de telecomunicaciones a principios de la década de los 80s, la fibra óptica permitió, de manera silenciosa, gran parte de lo que actualmente damos por sentado: tecnologías como Internet, video de alta velocidad e incluso las redes móviles, dependen, en gran medida, de las estructuras de fibra para garantizar una alta calidad de servicio, además que permite un costo significativamente menor y un ancho de banda de mayor capacidad a distancias mucho mayores en comparación con otros sistemas de cableado.
Adicional a esto, la fibra multimodo ofreció grandes ventajas que la posicionaron por encima de sus similares monomodo y cobre en determinadas circunstancias: entre ellas, la facilidad de mantenimiento y su resistencia a la contaminación que resultaba un problema para otras interfaces, además que ofrece la solución a más bajo costo para aplicaciones de gran ancho de banda cuando no se requieren ningún enlace de grandes distancias.
En las últimas décadas se había trabajado en innovaciones que en su momento revolucionaron el mercado y se convirtieron en los principales medios de fibra para aplicaciones de Ethernet: la fibra OM3 y OM4 aumentaron el ancho de banda utilizando múltiples longitudes de onda a velocidades de 40G.
Sin embargo, la demanda de velocidad migró demasiado rápido de los 40G a los 100G e incluso superó los 400G, lo cual generó que expertos en centros de datos debieran solucionar cómo entregar mayores capacidades de tasas de transferencia de información desde los switches a los servidores, de la manera más eficiente posible.
De este modo apareció la fibra OM5, la cual habilita el aprovechamiento de una técnica denominada “multiplexación corta por división de longitud de onda” (SWDM) y permite el uso de cuatro carriles diferentes (a cuatro longitudes de onda cercanas), por lo que soporta, al menos, 100 Gb/s por fibra: un aumento de cuatro veces el ancho de banda utilizable, además de ser compatible con las fibras OM3 y OM4 y sus aplicaciones existentes. Esto convirtió a las fibras OM5 en un medio reconocido en normas emergentes de Ethernet y canal de fibra a velocidades de 50G, 64G, 100G, 200G, 400G, 800G y más.
El futuro del data center con fibra multimodo
Según la consultora Frost & Sullivan, en América Latina, casi un billón de dispositivos estarán conectados al Internet de las Cosas (IoT) en 2023. De alcanzar dicha cifra, implicará un aumento anual de 26,7% para el periodo 2017-2023, un incremento sin precedentes en la información que fluye hacia los centros de datos. Por ello, serán necesarias soluciones innovadoras de fibra que cumplan con las expectativas de alta velocidad, donde la fibra multimodo se posiciona como una opción altamente viable.
Estamos en un mundo donde las cosas se mueven rápido y están a punto de acelerarse. Lo destacable es que, entre los organismos de normalización y la industria se generan desarrollos que podrían llevar los dataceters de 800G a 1.6T y más. En este sentido, en CommScope, mantenemos el futuro asegurado con el despliegue de la fibra OM5 LazrSPEED Wideband Multimode (Banda Ancha Multimodo).
Sin embargo, superar los obstáculos tecnológicos resulta una parte del desafío y la otra es el tiempo: con ciclos de actualización que se ejecutan cada dos o tres años y donde las novedades se desarrollan a un ritmo acelerado, se vuelve más difícil para los operadores cronometrar correctamente sus transiciones y de no hacerlo así resulta más caro.