Mucho antes de la pandemia que aceleró la transformación digital en los segmentos más diversos de la economía, algunos sectores, como el de servicios financieros, ya se venían reinventando. Frente a la competencia que plantean las startups digitales nativas del siglo XXI, las empresas entendieron que era hora de realizar una introspección y de reformularse para dar respuesta a una generación de consumidores cada vez más conectados y ávidos de recibir una atención personalizada de excelencia.
Y si bien, los bancos y las compañías de servicios financieros son quienes lideran la iniciativa, esta transformación es un poco más complicada para los exponentes de la banca tradicional, ya que sus metodologías de trabajo, procesos, y gran parte de su personal están acostumbrados a una mentalidad más analógica, y son más resistentes al cambio tecnológico.
Por lo tanto, las firmas financieras se están enfrentando a un gran desafío, ya que el contexto mundial ha hecho que sus clientes se resguarden en sus hogares, realizando cada vez más operaciones bancarias desde la plataforma digital, ya sea vía el Home Banking o directamente por la App. Esta creciente demanda no es algo nuevo, ya que viene siendo impulsada por las propias compañías financieras desde hace un tiempo, principalmente a causa de la competencia de las fintechs. Pero, la pandemia ha acelerado y profundizado esta tendencia, con un gran aumento de la bancarización y de las transacciones digitales.
Hoy, a medida que nos aproximamos a una fase pospandemia con una “nueva normalidad”, la necesidad de cambio queda bien clara en vista del rol fundamental que asumen los bancos para ayudar a las empresas e individuos a recuperarse de la crisis. Estas instituciones promueven una importante renovación de sus procesos a fin de incorporar la misión de asistir en la construcción de nuevos estilos de vida. Si bien hasta el día de hoy la atención de la transformación digital estaba puesta en el “front-office” y en los canales de atención al cliente, la oferta de productos y servicios de última generación también requiere la transformación digital de las plataformas centrales.
Más allá de estos desafíos, la ocasión actual señala una gran oportunidad de acelerar el camino hacia la modernización (o una nueva chance de comenzar) para garantizar la eficiencia operativa y lograr despegarse de la competencia. La creciente necesidad que las distintas áreas de negocio van experimentando de contar con nuevos servicios y canales de contacto con el cliente representa un buen momento para que los líderes informáticos modernicen los sistemas heredados que dan soporte a las operaciones financieras, como las aplicaciones, las bases de datos, las redes u otros elementos de la infraestructura.
Según afirman expertos en el sector, esto continuará creciendo y se convertirá en la “nueva normalidad” para los usuarios de servicios financieros. En este contexto, Red Hat, la compañía de software de código abierto que asesora a bancos alrededor del mundo en su camino hacia la transformación digital, asegura que el 93% de las organizaciones financieras creen que el Open Source es un recurso estratégico para los proyectos y planes a futuro. Esto se debe a dos cuestiones: en primer lugar el software abierto permite mayor flexibilidad, escalabilidad y agilidad en el desarrollo de aplicaciones. Además, las metodologías de trabajo permiten acompañar a los equipos de manera colaborativa, para que el cambio no solo sea tecnológico, sino que también puedan trasladarlo a la cultura de la organización, teniendo en cuenta que esta es una de las principales barreras en la transformación digital.
Una plataforma de nube híbrida abierta, como Red Hat OpenShift Container Platform, ofrece una moderna plataforma de contenedores empresarial que permite que las empresas aprovechen diversos entornos, como las nubes locales, privadas y públicas. Configurar una plataforma de nube híbrida abierta y flexible también las ayudará a hacer frente a los desafíos que surjan, evitando la cautividad del proveedor de los sistemas heredados inflexibles. La transformación del núcleo monolítico en un repositorio de microservicios para alcanzar un sofisticado nivel de selección y coordinación requiere contar con una sólida cultura y un enfoque de ingeniería. Aquí la clave es la integración dado que la modernización sería inútil si, al final de cuentas, tuviéramos problemas de integración.
Para lograr una relación sostenible con los clientes, los bancos necesitan enfrentar los desafíos tecnológicos que presentó la pandemia, y simplificar la experiencia del usuario para mejorar los procesos. Al respecto, Javier Carrique, Director Comercial de Red Hat afirma que, “Muchas empresas están intentando adaptarse en tiempo récord a la nueva normalidad. En esta era, el código abierto cobra una gran relevancia porque es una tecnología que permite innovar y crear nuevas soluciones de forma rápida y segura. Pero, también es necesario que las empresas hagan un cambio cultural que permita incrementar la agilidad, flexibilidad y espíritu colaborativo entre los equipos.”
De esta forma, los bancos y las entidades financieras se ven en la necesidad de implementar cada vez más soluciones tecnológicas que les permitan mantener sus operaciones, adaptándose a situaciones desafiantes, y desarrollar metodologías innovadoras para trasladarse al entorno digital, que es donde se encuentra el usuario actual.