En la actualidad, los niños crecen en un ambiente que gira en torno al internet, donde cualquier tipo de información o contacto con nuevos amigos mediante juegos y/o redes sociales, está al alcance de su mano. De acuerdo con el estudio de Kaspersky “Niños Digitales”, la mitad de los menores latinoamericanos (50%) tiene alguna cuenta en Redes Sociales.
Pero este acceso permanente al internet es lo que provoca gran preocupación en los padres de Latinoamérica, pues 51% de ellos admite que le preocupa que Internet represente una amenaza para sus hijos.
Según el informe, entre las principales inquietudes de los padres de la región están el acoso, la posibilidad de que los menores consuman contenido para adultos o bien, que sean contactados por extraños. A pesar de que el acceso a internet se presente como un gran abanico de oportunidades para el aprendizaje de los niños, es necesario que los padres estén al tanto de las actividades que realizan online, para guiarlos y mantenerlos alejados de cualquier amenaza.
«Los niños y adolescentes son nativos digitales, pero ello no significa que los padres no debamos supervisar las actividades que ellos realizan online; el Día de Internet Seguro es un buen momento para hablar con nuestros hijos sobre los cuidados que deben tener en Redes Sociales, revisar lo que publican, explicarles los riesgos que pueden correr y promover reglas de etiqueta digital. Los buenos hábitos en línea deben aprenderse desde una temprana edad, para que conozcan las normas de comportamiento, así como las amenazas digitales con el fin de que puedan reconocerlas y evitarlas”, explica Carolina Mojica, gerente de ventas de Consumo para las regiones SOLA y NOLA en Kaspersky.
Desde Kaspersky comparten tres acciones que los hijos deben adoptar para disfrutar de una experiencia más segura en línea:
- No hables con extraños
Así como no es seguro hablar con extraños en la calle, una regla similar debería funcionar en la vida digital. Es importante recordar que los niños y adolescentes no deben compartir ninguna información personal en las redes sociales (dirección de la casa, del colegio o de sus actividades extracurriculares), que puedan ayudar a identificarlos o encontrarlos en la vida real y menos, compartir esta información con desconocidos. Muchas veces, se puede caer en el error de publicar una foto en el lugar de entrenamiento de deporte con una etiqueta geográfica o un anuncio que facilite su localización. - Di no al cyberbullying o acoso digital
Para que Internet sea un lugar seguro para todos, es fundamental que los padres de familia promovamos en nuestros hijos reglas básicas de respeto en línea: podemos partir de dos principios básicos que son ‘no hagas lo que no quieras que te hagan a ti’ y no escribas o digas en Redes Sociales lo que no dirías frente a otras personas. Niños y adolescentes tienen que comprender que escribir insultos y humillar a gente online es un mal comportamiento, que además tiene consecuencias. - Cuida tus datos personales
Es importante que niños y adolescentes tengan sentido de responsabilidad por los datos personales que utilizan, incluidos los inicios de sesión y las contraseñas. Para una mejor protección, no deben compartirse con nadie y siempre mantenerse en secreto. Por supuesto, los padres pueden conocer estos datos, pero esto no significa que también sea seguro compartir dicha información con los mejores amigos u otros compañeros del colegio. Las contraseñas deben seguir siendo complejas y únicas. Si es difícil recordar varias contraseñas complicadas, una solución de almacenamiento y generación de contraseñas puede ser de gran ayuda. En este caso, solo necesita recordar una contraseña maestra para ingresar y consultar las claves por tipo de aplicaciones y servicios.
Una alternativa muy útil para proteger la seguridad digital de los niños es la solución Kaspersky Total Security, que incluye la herramienta de control parental Kaspersky Safe Kids con funciones que les permiten a los padres un mejor monitoreo de la actividad en línea de los menores, bloquea el acceso a sitios web inapropiados y regula la cantidad de tiempo que pueden utilizar sus computadoras o dispositivos móviles.