Hoy es evidente la necesidad de que una conexión a internet no sólo sea estable y rápida, sino que responda de igual forma en cualquiera sea el lugar que se encuentre el usuario. Sin embargo, de acuerdo con el estudio “Brecha en el uso de Internet: Desigualdad Digital en el 2020”, de Fundación País Digital (FPD), aún existen importantes brechas de conectividad que están marcadas principalmente por zonas geográficas. Mientras hay regiones que poseen un nivel de conectividad de su población cercano al 87,5%, como es el caso de la Región Metropolitana, otras sólo alcanzan el 64,8%, como es la Región de Ñuble.
El mismo estudio revela que, pese a que un 80% de la población nacional potencialmente usa internet en el día a día, sólo el 57,9% de la población rural es usuaria de internet. Situación que se busca revertir con las cuatro primeras bandas 5G que se están licitando actualmente, con permisos ya aprobados en 10 regiones, con un total de 1.107 antenas divididas en 46 comunas a lo largo de Chile.
Esto responde a que las tecnologías de próxima generación, como el 5G, en el caso de las redes móviles, y el WiFi 6G, para redes fijas, vienen a cubrir las nuevas necesidades de conexión y “omni conectividad” que ha impuesto la pandemia y la transformación digital del país.
“Antiguamente sólo debíamos preocuparnos por tener una buena conexión en un lugar fijo donde tuviéramos un computador, ya fuera la oficina o un escritorio en casa, sin embargo hoy las necesidades de conexión van más allá”, dice el Regional Manager Cono Sur de D-Link, Claudio Torres.
Explica que el 5G y el WiFi 6 muestran una realidad donde el usuario no está sólo en un determinado lugar dentro de su casa u oficina, sino que requiere moverse desde su estación de trabajo a la cocina y seguir conectado mientras ve una receta en YouTube, por ejemplo. “Y si a ello sumamos diferentes dispositivos conectados a la red (IoT), se necesita una conexión de mayores prestaciones”, asegura.
Por eso, estas nuevas tecnologías vienen a dar “un nuevo paso” para atender el alto número de dispositivos y movilidad que mantienen los usuarios hoy en día, además de brindar mayor velocidad de conexión.
Nuevo foco de la industria
Si bien el WiFi 6 aún no se ha masificado, ya ha ganado espacio entre las líneas de producción de los fabricantes y las empresas están viendo cómo incorporarlo en sus operaciones. “Es necesario ir adaptándose y montar plataformas que permitan mayor demanda y velocidad para una experiencia de usuario mucho más potente”, aconseja el ejecutivo de D-Link.
En cuanto a 5G, cuenta que hoy la industria trabaja principalmente en el segmento Machine to Machine, y en apoyar el acceso al hogar facilitando la comunicación entre dispositivos.
Al mismo tiempo, el escenario de múltiples dispositivos conectados abre una arista en que la Inteligencia Artificial (IA) adquiere un rol protagónico para controlar el tráfico de información de los distintos aparatos que conversan entre sí, y hoy la encontramos en una pieza clave de la conectividad, como es un router.
“Es muy eficiente que estos dispositivos tengan la capacidad de autoconfigurarse y reconocer la naturaleza viva de los diferentes dispositivos conectados dentro de un espacio determinado, entre el fabricante y la internet en general”, comenta Torres. Y es que mediante la IA, el router es capaz de aprender cuál es su red y diferenciarla, por ejemplo, de la del vecino. Es así como han comenzado a aparecer equipos con IA en los portafolios de los desarrolladores, que asignan comportamientos como ancho de banda, detección de conexiones inesperadas, sugerencias, notificaciones y alarmas, entre otros