La conservación de datos a largo plazo, un nuevo reto para las empresas

Como consecuencia de la pandemia por el COVID-19, las empresas recurren cada vez más a soluciones híbridas o en la nube que son más eficaces y rentables para salvaguardar, proteger y recuperar sus datos. Si el intercambio de datos sigue siendo un tema crítico, las compañías deben preguntarse ahora cómo van a conservarlos para hacer frente a los futuros requisitos de seguridad y compliance. Además, debido al rápido crecimiento de los datos utilizados, almacenados, conectados y analizados por las organizaciones, se debe recurrir a soluciones que se adapten a cada tipo de datos, ya sea para conservarlos a corto o largo plazo.

¿Qué infraestructura y arquitectura de almacenamiento debe utilizarse para cada tipo de datos?

Los modelos y arquitecturas de almacenamiento de datos han evolucionado mucho, desde los servidores físicos a centros de datos, pasando por el SaaS en VM y la nube, la multi-nube o las soluciones híbridas. Todos ellos presentan sus propias ventajas y puntos débiles en función del nivel de seguridad, el tamaño o el tipo de datos que se deseen proteger. Muchas organizaciones se inclinan ahora por soluciones en la nube e híbridas para garantizar la flexibilidad, escalabilidad y accesibilidad en los datos desde cualquier lugar y en cualquier momento.

Sin embargo, algunos datos se adaptan mejor a distintos tipos de arquitecturas. Como el almacenamiento en bloque, por ejemplo, que es más eficiente y adecuado cuando se trata de datos críticos y aplicaciones intensivas, más conocidos como datos “calientes”, porque los elementos se modifican más fácil y rápidamente. La arquitectura de los archivos permite una recuperación más fácil dentro de estructuras jerarquizadas. Pero estas estructuras, muy adecuadas para el intercambio de datos, no son necesariamente las más eficientes cuando se trata de almacenar grandes cantidades de información. Pueden ser muy exigentes en términos de energía, infraestructuras y costos y a menudo también son más vulnerables a las amenazas de seguridad.

De los modelos estructurados a los no estructurados: el almacenamiento de objetos

A diferencia de las arquitecturas de datos estructurados, como archivos o bloques, el almacenamiento de objetos permite a las empresas proteger grandes conjuntos de datos y conservarlos durante más tiempo. El almacenamiento de objetos responde a varias necesidades: la primera es la reducción de costos si las empresas no necesitan modificar o acceder a la información con mucha frecuencia. Un modelo de arquitectura de datos no estructurados permite distribuir mejor la información, gracias a un patrón de indexación no jerarquizado que utiliza metadatos. En su informe del Cuadrante Mágico de Sistemas de Archivos Distribuidos y Almacenamiento de Objetos de 2020, Gartner afirma que el crecimiento anual de los datos no estructurados se sitúa entre el 30 y el 60%.

Otro beneficio del almacenamiento de objetos radica en su correlación directa con la seguridad de la información, ya que los objetos almacenados pueden hacerse inmutables, es decir imposibles de modificar o eliminar, incluso por parte de los administradores durante un período predefinido. Esto permite protegerlos mejor contra ataques externos como los ransomwares o las amenazas internas y gestionar mejor los procesos de autentificación. Además, cada vez que se modifican los datos, el hecho de que se cree un nuevo objeto puede ayudar a evitar redundancias y el almacenamiento en la nube facilita el acceso, permitiendo que las organizaciones puedan cumplir con los requisitos de cumplimiento de la normativa de forma más fácil y rentable para la conservación de datos a largo plazo. A su vez, el almacenamiento de objetos es compatible con las API REST y la codificación HTTP, lo que hace que sea fácilmente accesible, mientras que el almacenamiento de objetos definido por software y basado en la tecnología flash está ganando terreno en el sector.

La mayoría de los proveedores de la nube ofrecen soluciones de almacenamiento a largo plazo. Las innovaciones en este ámbito son prometedoras en lo que respecta a la conservación de datos a muy largo plazo. El abrupto crecimiento de la cantidad de datos que deben proteger las empresas augura el próximo crecimiento de este tipo de almacenamiento para satisfacer una necesidad creciente que deriva del actual ritmo de la transformación digital.

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