Hace unas semanas, la International Data Corporation (IDC) dio a conocer su estudio 2020, en el cual se afirma que la industria TI crecerá un 5,5% en el país durante este año. Esta cifra alentadora está asociada a las expectativas de crecimiento, como una respuesta a la contracción del 2% que se produjo el año pasado principalmente asociado al efecto Covid-19.
El estudio muestra al manejo de la vacunación como una de las variables que podrían explicar estas expectativas. Sin embargo, sabemos que hay otros factores como el hecho de que la inversión en el mercado empresarial sea más a largo plazo y que la industria TI ha sido fundamental en la recuperación económica, asumiendo que la inversión en tecnología es más necesaria que nunca.
Esta estimación se realizó pensando en las grandes empresas, por lo que no se ve en éste el efecto que ha tenido en el resto de la industria, cuyo desarrollo podría estar incluso sobre el 5,5% que se propone en el estudio, si tomamos en consideración algunas aproximaciones basadas en el PIB.
A ello debemos agregar que las tecnologías de la Información permitieron que muchas pequeñas y medianas empresas, que ni siquiera se habían planteado la posibilidad de digitalizarse, se mantuvieran en el negocio, a través de implementaciones flexibles, escalables y con un foco a entornos en la nube. Por esto se espera que este desarrollo se profundice durante este año.
Esto se convirtió, en alguna medida, en un factor democratizador para el mercado actual, pues tanto las grandes corporaciones como las empresas más pequeñas se vieron en la obligación de digitalizarse, lo que significa un desafío similar para cualquiera de ellas. Así, hemos visto que aquellos que han podido manejar mejor este desafío han obtenido mejores resultados en sus respectivos segmentos.
Un aspecto importante a considerar en el crecimiento de la industria Ti, son los servicios profesionales. En condiciones normales se estima que la falta de profesionales TI es de un 25%, pero hay estudios recientes que hablan de un aumento de cerca del 32% en esa brecha.
Si bien formar profesionales con habilidades en inteligencia artificial, ciberseguridad y nube es deber de las instituciones educacionales, es también responsabilidad de la industria encontrar las maneras óptimas de entrenar a sus equipos y reconvertir sus procesos internos, invirtiendo realmente en la transformación de su negocio.
Esto no solo se trata de inversión en compra de equipos, sino que también en nuevos procesos, entrenamiento de los colaboradores y, principalmente, en la búsqueda de una forma eficiente de ejecutar las tareas digitalmente, por lo que la oportunidad para que el canal ofrezca soluciones puede ser incluso mayor a lo esperado.