Con un crecimiento que duplica el del año anterior, Epson cierra su performance anual dentro del mercado de etiquetas a demanda y logra su consolidación en el segmento.
Según David González, Channel Manager VAR de la línea, el contundente resultado, responde a que durante el 2020 Epson lanzó varios modelos nuevos para completar su portafolio de equipos que imprimen hasta 20.000 etiquetas bajo demanda, entre ellos la ColorWorks C6500 que imprime formatos de 8 pulgadas. “Con este modelo logramos responder a una necesidad no atendida hasta el momento. Muchos negocios comenzaron a fabricar productos (sobre todo de limpieza y cosmética) de mayor tamaño, cuya demanda de etiquetado no estaba cubierta. Por lo tanto, nuestros clientes vieron en esta impresora la solución ideal”, explica el ejecutivo.
A lo anterior se suma que durante la pandemia se incrementó el consumo de muchos productos que requieren etiquetado, principalmente los asociados a la industria química, de aseo y otros insumos que se volvieron de primera necesidad. Por lo tanto, pequeños y medianos negocios del rubro asumieron la impresión interna de etiquetas, adquiriendo equipamiento Epson.
De esta manera el mercado nacional se alineó con la tendencia global de marketing en la industria de bienes de consumo, que indica un desplazamiento hacia una mayor personalización, es decir, a la promoción de productos especializados y locales que permite dirigirse a audiencias específicas con mensajes y diseños específicos.
“La flexibilidad que aporta el etiquetado bajo demanda permite responder rápidamente a lo requerido por el consumidor, a las condiciones del mercado y a otros retos empresariales. Hoy nuestros equipos permiten realizar cambios en las etiquetas de productos fácilmente y evitar largos tiempos de producción, sin condicionar una cantidad mínima de pedido”, explica González.
Esta sería una razón por la que también empresas destinadas a la impresión estarían optando por adquirir etiquetadoras para trabajos bajo demanda, aportando un mayor control creativo, con diseños atractivos y de alta calidad.
“Muchas imprentas están mirando y cotizando estos equipos de Epson para ofrecer este servicio, porque entienden las necesidades de las empresas de hoy que necesitan personalizar sus etiquetas con data variable y mantener un stock controlado para ir ajustándose a los constantes cambios del mercado. Y nuestra compañía tiene un amplio portafolio, con productos de entrada ideales para pequeñas empresas, como la ColorWorks C3500 que es un equipo de entrada, luego la ColorWorks C6000 que cubre la impresión de 4 pulgadas a una mejor resolución y otros más avanzados como la ColorWorks C7500, que permiten integrarse a sistemas robotizados que separan las etiquetas impresas a color y las pegan en los envases, cajas, pallet, etc, una automatización que estaba presente en el mercado, pero solo para impresoras monocromáticas”, señala el ejecutivo.
De cara al futuro, David González adelantó que la proyección para el 2021 es volver a duplicar el actual crecimiento en este segmento, meta que asegura posible, dadas las particulares características de los equipos de la marca japonesa.
“Por lo general los cabezales de las impresoras de etiquetas TT (Transferencia Térmica) sufren un gran desgaste y cada cierto tiempo es necesario cambiar este suministro. Pero nuestros equipos integran el cabezal PrecisionCore como una pieza suspendida que tira la tinta sobre el papel, lo que impide su deterioro. Así, aunque el costo por equipo sea más alto, a la larga la inversión es menor pues se asegura la continuidad operativa”, indica el profesional.