Por Mariela Misiano, Gerente de Ventas de Vertiv para la Región de Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia.
Entre el teletrabajo y las clases a distancia, se ponen a prueba las infraestructuras críticas para soportar las conectividades y el alto tráfico de datos. Cómo puede ayudar la adopción del 5G en este proceso y qué áreas de inversión en hardware y software son las más comprometidas para que la educación remota funcione.
Ahora más que nunca, el problema con la conectividad se vuelve relevante. ¿Cómo podemos asegurarnos de que la infraestructura crítica sea compatible tanto con el teletrabajo como con las clases virtuales que tienen lugar a nivel mundial debido a la actual crisis de salud?
En América Latina por ejemplo, existe un acceso desigual en todo el territorio en términos de conexiones domésticas. Tomando como ejemplo la ciudad de Buenos Aires, que tiene más conexiones que hogares, y la penetración a nivel nacional alcanza más del 65 por ciento, todavía hay provincias con niveles de penetración inferiores al 50 por ciento. El mundo está cambiando a un ritmo exponencial. La gente ya no trabaja ni se comunica como lo hizo hace una década. Los maestros y profesores de hoy en día deben sentirse cómodos con la enseñanza virtual que utiliza herramientas y aplicaciones colaborativas en línea.
Quizás esta situación sin precedentes está abriendo la puerta a otro estilo de educación en el cual las clases son más dinámicas, gracias a la posibilidad de acceder al volumen de información en línea que está disponible hoy en día. En una era de transformación digital es crucial aprender a anticipar los próximos desarrollos. Es momento de comenzar a pensar en soluciones más efectivas o alternativas. Un ejemplo claro es el borde de la red, y la oportunidad que presenta no puede ser desperdiciada. Las instituciones educativas tienen que ser los principales consumidores en el borde de la red. Desde Vertiv identificamos atributos claves en este sentido, en el cual se destaca el uso intensivo de datos que se proyecta en los próximos años.
La adopción del 5G no es una cuestión menor. La actualización de la infraestructura física de telecomunicaciones existente es un factor crítico para la implementación de la red 5G en Latinoamérica. Con sus altos anchos de banda y sus bajas latencias, la red 5G permitirá y agilizará el uso generalizado de las tecnologías y aplicaciones avanzadas. Esto impacta muy positivamente en lo que en Argentina se conoce como aulas móviles y virtuales. Se trata de espacios que, alejados de los grandes centros urbanos, se presentan como alternativas flexibles que reproducen las condiciones de un aula tradicional, replicándola en estructuras móviles diseñadas para trasladarse en tráilers. Ese tipo de experiencias necesitará de una conexión fiable para su funcionamiento, con mayor rapidez y ancho de banda en la red para asegurar el éxito del proyecto.
Si los docentes no se adaptan, los jóvenes en el futuro no tendrán la ventaja competitiva que necesitan para una fuerza laboral que exige habilidades altamente especializadas. Es esencial estar preparados para las aulas del futuro, en este momento de posibilidades ilimitadas. Se requiere una inversión en hardware y software para implementar cambios tecnológicos. En el sector público, el proceso de inversión requiere mucho más tiempo que en el sector privado, debido a problemas estructurales, procedimientos y la aprobación requerida de diferentes áreas. Aunque los cambios requerirán tiempo, el gobierno debe asumir un papel activo y el sistema educativo debe identificar sus necesidades para abordar estos temas con rapidez. En suma, se trata de un esfuerzo que dará como resultado un sistema que beneficiará a los jóvenes y, por lo tanto, al sistema educativo del país y al progreso social en general.